La sede central del Banco Santander, en la Av. Garay 151 de Buenos Aires, significó la obra más importante de oficinas corporativas inaugurada este año en el país, con 53.107 m2 de superficie cubierta y 15.000 m2 de superficie de paños vidriados.
El proyecto y dirección de obra fue encargada al estudio Urgell Penedo Urgell Arquitectos y la empresa CASCIO estuvo a cargo del desarrollo tecnológico, fabricación y montaje de la ingeniería de fachadas, contando con la consultoría de Estudio Gigli, Ing. Andrés de Aguirre.
El principal desafío de las fachadas fue lograr los estándares de calidad que permitieran certificar LEED al más alto nivel de exigencia internacional, para lo cual cada una de las mismas requirió un desarrollo tecnológico específico según su orientación y funcionamiento. El resultado es un edificio transparente, moderno, sobrio, con materiales nobles, sustentables y de mantenimiento controlado.
En primer lugar, en las fachadas sobre Azopardo y Paseo Colón se debía neutralizar el efecto térmico y el deslumbramiento sobre las áreas de trabajo por la exposición solar. Esto se logró utilizando fachadas de doble piel vidriada con cámara de aire ventilada. La primera fachada vidriada brinda hermeticidad al edificio, utilizando un sistema de muro cortina de junta abierta con ecualización de presiones y ruptura de puente térmico. Posee cámara ventilada intermedia para la renovación del aire caliente de 0,60m. Por otro lado, la fachada exterior de grandes dimensiones, consta de paneles de vidrio laminados de seguridad serigrafiados al 35% diseñados por los arquitectos (impresión digital de dual point) que funciona como primer filtro solar.
En cuanto a la fachada de Av. Garay, fue realizada con aberturas de aluminio con ruptura de puente térmico y cristales de alto control solar; instalada por detrás de parasoles verticales y horizontales, reduciendo así la superficie vidriada un 25%.
Para las fachadas en accesos y planta baja se diseñaron grandes perfiles U doble TE de aluminio, como solución a las grandes dimensiones: 6.20 metros de altura y 2.70 metros de ancho y sus grandes paños vidriados.
Por último, la fachada Norte cuenta con parasoles horizontales que preservan al edificio de los rayos verticales.
De esta forma, se consiguió que la envolvente del edificio actúe como una interfaz energética porque puede captar o rechazar la energía solar, conservar o disipar la energía del sistema de climatización y ayudar o perjudicar a una correcta ventilación natural. Este es un claro ejemplo donde el trabajo de proyecto, el análisis y la optimización de materiales, adecuados al diseño, definen el éxito del edificio.